Un pequeño Oasis

Hoy he tenido un breve descanso en lo que va siendo un par de meses de locura, por fin desperté sin despertador - a las 7:30 am -, me obligué a dormir una y otra vez hasta que dieron las 10!!!! si señor como de que no! para un día que no pongo el despertador y no tengo conciertos o ensayos o alumnos.

Éste ha sido un pequeño oasis en una ola de locura, ayer libré una de las batallas más fuertes que he tenido conmigo misma, los nervios y la angustia me carcomían la cabeza, me sentía en un remolino cuya inercia parecía que me podía arrastrar a la inmovilidad, y no dejarme arrastrar implicaba una tensión muy fuerte, a grado tal que no sabía cuanto podría soportar.
Y es que cada presentación es distinta, quien diga que ya no se pone nervioso antes de cantar o tocar miente, miente o perdió el piso, los nervios siempre están! esa adrenalina, ese miedo de no estar a la altura, de no haber hecho lo suficiente - ensayar, estudiar, preparar, leer - y ayer creo que yo ya había agotado demasiado mi ego y no tenía más argumentos contra esa reacción natural previa a subir a un "escenario"...

"que caray! si no puedo con esto, de que se va a tratar? a qué estas jugando licenciada? jugando a que eres y no puedes? sal y haz lo que sabes hacer y déjate de niñerías"

abracé mis nervios, dejé de plantearme situaciones imaginarias, "y si pasa esto, o lo otro? y si me preguntan cosas? " pues que pregunten! y si no se ni modo, y ya!

Me fue muy bien, y sí, hice lo que se hacer, y lo que estoy aprendiendo a hacer que es controlar mis impulsos neuróticos e histéricos previos a una presentación... ahora a esperar, el misterio se resuelve a finales de junio.

Hoy era el día oasis perfecto, mañana a enloquecer por los compromisos que siguen, que son dos muy fuertes y muy importantes para mi, concierto en la Casa del Lago y en la sala Xochipilli, con mi maestro-amigo-admirado pianista.

Quince días más, antes de que esté de "vacaciones".

Hasta pronto blog,

Lic. T... la neurótica-histérica con un ataque de goce fantasmagórico, añorando el regreso a lo real, y tratando que aferrarse al mundo de lo simbólico... disfrutando del recorrido, recuperando pila en este día-oasis.